Hace algunos meses acudí por primera vez a una serie de conferencias sobre la Cultura Maker. Reconozco que por aquel entonces no tenía ni idea de qué significaba todo eso que llaman “Makers” pero picada por la curiosidad y el afán de aprender cosas nuevas no me perdí ninguna charla.
Cuando llegué me llamó mucho la atención una impresora 3D en funcionamiento, había escuchado hablar de ellas pero nunca había visto una en directo. A su lado había un montón de aparatos tecnológicos y gente hablando en términos que se en ese momento se me escapaban. Con este primer vistazo me hice una idea general muy clara de la temática del mundo Maker.
Impresora 3D en DIY Show
Mi particular guía, un maker aficionado que entendía todo lo que allí se estaba haciendo, fue explicándome todos los detalles de esta cultura emergente. El maker es el nombre con el que se identifica al aficionado a construir por si mismo (DIY) aparatos tecnológicos. Normalmente ha aprendido de forma autodidacta todos los conocimientos que necesita, es de personalidad curiosa, tiene ganas de aprender y se nutre de internet para inspirarse y seguir descubriendo nuevas ideas.
Este movimiento es bastante reciente, surge con este nombre aproximadamente en el año 2005, cuando se publica en EE.UU. la primera edición de la revista Make, Un título que recogía entre sus páginas lo más relevante del DIY (Do it yourself) en aquel momento. La cultura Maker aparece reflejada como una extensión tecnológica de la cultura DIY: Un modelo orientado a la fabricación propia, a la robótica, la impresión 3D, la metalúrgia o la carpintería, una vertiente práctica del “Hazlo tú mismo”.
No ha pasado mucho tiempo desde entonces y la expansión de esta filosofía ha llegado a muchos rincones del planeta. Gracias a internet son numerosas las publicaciones que encontramos referentes a esta temática, como Instructables, una web con todo tipo de tutoriales, o Ifixit, donde encontrarás guías para reparar aparatos electrónicos (Como por ejemplo tu smartphone). Todas ellas presentan un denominador común, los contenidos los crean y difunden los propios aficionados. El conocimiento maker es libre y gratuito y circula gracias a los blogs y publicaciones especializadas. En internet puedes encontrar desde los planos para construir una impresora 3D hasta los materiales o herramientas más complejas.
Esta forma casera de fabricar el mundo adquiere cada vez más relevancia. Se han creado espacios físicos dedicados al mundo Maker que cuentan con todas las herramientas e infractructuras necesarias. Son los MakerLab y cada ciudad importante cuenta con uno, como el Makespace de Madrid,el de Illinois, Vancouver , Londres, Santiago de Chile, y otros tantos.
Además existen ferias especializadas en la cultura Maker donde descubrir ideas y compartir todo tipo creaciones. La más importante la Maker Faire, que se celebra anualmente y este año puedes visitarla en el New York Hall of Science y ya ha transpasado fronteras en ciudades como Bilbao Mini Maker Faire o Barcelona. O como DIY Show que apoya la cultura Maker dentro del universo del Do it yourself.
Las empresas especializadas en tecnología han visto el potencial de estos perfiles y comienzan a contratar makers en su plantilla. Dejan de ser aficionados para ser expertos de un sistema que promueve el hazlo tú mismo, el reciclaje y la fabricación artesanal y que cada día tiene más adeptos. Y tú ¿Eres un Maker?
Escrito por: Saray de la Hoz www.elinvernaderocreativo.com
Fuentes: