Esta receta, no sé porqué, me lleva a mis orígenes en Bilbao cuando salía con mis amigos de «poteo» por el Casco Viejo, tomando zuritos y eligiendo de esas largas barras de pintxos, el más contundente para aguantar una buena noche de fiesta. Había un bar en cuestión que hacía unos champiñones, que se te iban la cabeza… siempre caía uno! Siempre que hago champiñones rellenos con jamón serrano y queso manchego o cualquier variante me acuerdo de ellos.
